DÍA DE LA PAZ

POEMAS

 Abrazos
Acaba de abrirse el plazo:
desde hoy se regala afecto.
Para el que quiera un abrazo,
este es el bazar perfecto.
Se reparten cada día
mil caricias, atenciones,
alguna zalamería
y montones de achuchones.
Con sólo entrar por la puerta,
oirás palabras bonitas,
que están desde ayer de oferta,
y hay ternezas gratuitas.
Nos queda una cucamona.
¡Ven a vernos cuanto antes!
El cariño se amontona
encima de los estantes.
Ayer llegaron dos sacos
los guardo en el almacén
rebosantes de arrumacos.
¿Besos y roces? ¡También!
Valen todas las divisas,
que el producto es regalado.
Cambio mimos por sonrisas
y hay amor garantizado.

Besos
Hay besos de caramelo,
dulces como una sonrisa.
Están los besos con prisa,
que hay que cogerlos al vuelo.
Los besos de mariposa
rozándote las mejillas
¡pueden hacerte cosquillas!
y son de color de rosa.
El beso con achuchón,
tan calentito y tan tierno
como una manta en invierno,
¡es un beso de algodón!
¿Y qué tal el beso alado
que te pilla de sorpresa,
y, además, el que te besa
puede estar en cualquier lado?
 También está el de tornillo,
beso que mágicamente
despertó a Bella Durmiente
e hizo temblar el castillo.
O los besos con caricia,
que llegan en ventolera
y huelen a primavera
como una buena noticia.
Fantástico el beso-guiño.
Es chisposo y titilante
como una estrella brillante
con mil vatios de cariño.

El cangrejo y el bogavante
Ve de lejos el cangrejo,
desconcertado y perplejo,
cómo pasa un bogavante,
caminando hacia delante.
Piensa: "El asunto es sencillo:
a este le falta un tornillo.
¡Qué animal tan sorprendente!
¡No es normal andar de frente!".
El bogavante, asombrado,
ve al cangrejo andar de lado
y comprende en un instante
que es un ser extravagante.
"Nunca vi mayor rareza.
Ha perdido la cabeza
─le dice a su amigo el choco─.
¡El mundo se ha vuelto loco!".
Un día de mar en calma
se hacen amigos del alma
y descubren, sonrientes,
que es genial ser diferentes.

Un mundo de colores
En la isla de Babul
todo es de color azul.
 Allí azul es cualquier cosa.
Hasta la nariz mocosa
del rey Facundo II
es la más azul del mundo.
Azul es el chocolate,
la leche ─¡qué disparate!─.
y el sol que despierta al día.
¡ En la isla de Pintojo
el cielo es requeterrojo.
 Rojas las nubes y el mar,
la tinta del calamar,
las palomas, las urracas
y las cacas de las vacas.
Menuda monotonía!
Si miras alrededor,
todo es del mismo color:
tan rojo como un pimiento.
¡Qué tremendo aburrimiento!
En la isla de Bolillo,
lo que ves es amarillo.
Amarillos son los barcos,
¡y hasta el agua de los charcos!
Amarillo el elefante
por detrás y por delante.
Amarillos son, también,
los seis vagones del tren
y el pingüino Ceferino.
¡Vaya sitio tan cansino!
En las islas ─¡qué alboroto!─
se organiza un maremoto.
Las tres, con una gran ola,
se juntan en una sola.
En lugar tan triste y soso
ocurre un hecho asombroso:
el mundo se hace mejor
llenándose de color.
 La alfombra de la pradera
ahora es verde primavera.
La cometa de Julieta,
naranja, rosa y violeta.
 Va una nube engalanada
con su bufanda rayada.
El cielo alegre de abril
luce su vestido añil.
Y se pasea la gente
más contenta y sonriente.
El país está orgulloso:
¡mezclarse es maravilloso!

Carmen Gil





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